lunes, 21 de noviembre de 2011

Boda en puerta: la increíble hazaña de no sentirte mal por seguir soltera cuando tus amigas se están casando

Las amistades; hermosos tesoros que nos encontramos y acumulamos a lo largo de esta aventura llamada vida, bellos ángeles que nos manda el destino para guiarnos a lo largo de nuestro recorrido. He sido afortunada de contar con varios de estos maravillosos tesoros, pero digamos que por caprichos del destino, solo conservo muy pocos en realidad, y de esos pocos, frecuento a menos, para ser más específica a tres, tres bellas mujeres que han reído y llorado conmigo cuando lo he necesitado, tres hermosas chicas con un corazón tan grande que se les sale del pecho, nuestra amistad es tan grande que con una sola de nosotras que sea feliz, basta para mantenernos a flote a las cuatro. En esta ocasión, escribo esto, con motivo de celebración por el segundo acontecimiento más importante en nuestro pequeño grupo.
Todo este rollo empezó en realidad a principios del 2010, con los planes de boda de la primera chica del grupo, mi querida Erika, nos emocionó mucho enterarnos de su propuesta de matrimonio, porque había pasado por varias situaciones, que para no entrar en detalles solo diré que no les deberían de pasar a las buenas personas, entonces, cuando nos llegó con la noticia nos emocionó y gritamos como locas, típico, al momento de ver el anillo de compromiso, por cierto, excelente elección Arturito, y enseguida nos pusimos a hablar de los detalles de la ceremonia, la fiesta, asignación de responsabilidades, solicitudes especiales, por supuesto, nos eligió sus damas de honor lo cual nos hizo muy felices, lágrimas, gritos y demás.
Mientras se desarrollaba todo el proceso y organización de la boda, yo escuchaba a Erika hablar de todo tan emocionada que como buena mujer que soy, no podía evitar el imaginar el momento en que yo estaría planeando mi gran día y de repente, me asaltaba la idea, ¿Qué va a pasar cuando Erika sea una mujer casada?¿Será de ese tipo de mujer que vive únicamente por y para su familia?¿Se dará tiempo para estar con sus amigas?¿Será que Arturo se vuelve un tipo dominante de esos que no les gustan que su mujer asome la nariz fuera de la casa? Cuando externé mis temores hubo quien me contestó muy fríamente: “no va a pasar gran cosa, ellas cambian tú no, lo único es que vas a tener que conseguirte otras amigas”. Si claro, como las verdaderas amigas crecen en los árboles, sólo tengo que ir a cortarlas y listo.
Afortunadamente las cosas no han tenido un gran cambio y por eso ahora que mi otra amiga, María Elena, nos ha dado la gran noticia de que ella también se casa el próximo año, no puedo evitar sentirme orgullosa, me da mucho gusto por ella y por él suertudo del “Gansito” (es el apodo del novio) que la consiguió y aunque sé que las dudas volverán, que me la pasaré un buen tiempo decidiendo que tipo de vestido, zapatos, peinado y maquillaje van mejor para mí en mi carácter de Dama-madrina, sé que es su gran momento y con eso soy feliz.


Toda mujer afortunada con un grupo de amigas como el mío, sabe que no hay mejor regalo que compartir con ellas los momentos más felices de su vida, crecer juntas, ver como nuestras vidas van tomando sus rumbos, tan distintos y sin embargo tan unidos, ver como se hacen planes, como se realizan, cuando las ves así de felices no puedes evitar el hacerte a un lado y decir: “¿qué importan mis temores, mis presiones y mis dudas? estoy feliz por ellas y le deseó muchas bendiciones”. Todo es parte del contrato de amistad, estar con ellas es toda una aventura, y disfruto mucho cada momento, quiero mucho a mis amigas y me considero realmente bendecida por tenerlas en mi vida.
Aunque me pongo a pensar en todos los cambios que hemos tenido en este año, todos los que están por venir y que tal vez las cosas nunca vayan a ser las mismas, me alegra el solo pensar que ellas están felices, y que de cierto modo se están adelantando a un camino que tal vez algún día yo tome, me emociona pensar que tal vez algún día ellas sean mis guías en la siguiente etapa de mi vida.


1 comentario:

  1. Yo también estoy agradecida por poder compaetir con mis tres grandes amigas algo tan especial. Tambien me cuestiona si cambiarán las cosas, se que es normal que algunas cambien porque uno adquiere nuevas responsabilidades, pero la amistad nunca cambia y quienes son tus amigas con quienes puedes ser tu misma, es lo mas valioso y eso nunca lo pierdes y nunca dejas de prcurarlo......

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