martes, 29 de noviembre de 2011

Ojos tristes

Aqui estoy de vuelta, esta vez solo les mostraré algo que escribí, ¿alguna vez les ha pasado que miran a una persona y empiezan a observarla?, no sé tal vez cuando están esperando en algún lado para que los atiendan o cuando van en el transporte publico, simplemente se ponen a observar a la gente. Bueno esto nació de este modo, cuando tomé el transporte público me llamó la atención esta persona que con su mirada me hizo imaginarme todo una historia de vida detrás y esto es lo que salió:
Ojos tristes y cautivadores que ocultan la pena y el dolor por la gloria pérdida,
ojos tristes y cautivadores que me miran, me encierran, me invitan, me hablan.
Ojos tristes que piden ayuda, que ríen a pesar de las lágrimas, que viven apenas,
ojos tristes que susurran historias, historias que nadie quiere escuchar, gritos que nunca serán oídos.
Ojos tristes que encierran vida, alegría y a veces hasta esperanza,
ojos tristes, que aunque ignorados no ignoran nunca.
Ojos tristes que luchan por mantenerse abiertos, pues al cerrarse no se abrirán nunca más,
ojos tristes y cautivadores...

lunes, 21 de noviembre de 2011

Boda en puerta: la increíble hazaña de no sentirte mal por seguir soltera cuando tus amigas se están casando

Las amistades; hermosos tesoros que nos encontramos y acumulamos a lo largo de esta aventura llamada vida, bellos ángeles que nos manda el destino para guiarnos a lo largo de nuestro recorrido. He sido afortunada de contar con varios de estos maravillosos tesoros, pero digamos que por caprichos del destino, solo conservo muy pocos en realidad, y de esos pocos, frecuento a menos, para ser más específica a tres, tres bellas mujeres que han reído y llorado conmigo cuando lo he necesitado, tres hermosas chicas con un corazón tan grande que se les sale del pecho, nuestra amistad es tan grande que con una sola de nosotras que sea feliz, basta para mantenernos a flote a las cuatro. En esta ocasión, escribo esto, con motivo de celebración por el segundo acontecimiento más importante en nuestro pequeño grupo.
Todo este rollo empezó en realidad a principios del 2010, con los planes de boda de la primera chica del grupo, mi querida Erika, nos emocionó mucho enterarnos de su propuesta de matrimonio, porque había pasado por varias situaciones, que para no entrar en detalles solo diré que no les deberían de pasar a las buenas personas, entonces, cuando nos llegó con la noticia nos emocionó y gritamos como locas, típico, al momento de ver el anillo de compromiso, por cierto, excelente elección Arturito, y enseguida nos pusimos a hablar de los detalles de la ceremonia, la fiesta, asignación de responsabilidades, solicitudes especiales, por supuesto, nos eligió sus damas de honor lo cual nos hizo muy felices, lágrimas, gritos y demás.
Mientras se desarrollaba todo el proceso y organización de la boda, yo escuchaba a Erika hablar de todo tan emocionada que como buena mujer que soy, no podía evitar el imaginar el momento en que yo estaría planeando mi gran día y de repente, me asaltaba la idea, ¿Qué va a pasar cuando Erika sea una mujer casada?¿Será de ese tipo de mujer que vive únicamente por y para su familia?¿Se dará tiempo para estar con sus amigas?¿Será que Arturo se vuelve un tipo dominante de esos que no les gustan que su mujer asome la nariz fuera de la casa? Cuando externé mis temores hubo quien me contestó muy fríamente: “no va a pasar gran cosa, ellas cambian tú no, lo único es que vas a tener que conseguirte otras amigas”. Si claro, como las verdaderas amigas crecen en los árboles, sólo tengo que ir a cortarlas y listo.
Afortunadamente las cosas no han tenido un gran cambio y por eso ahora que mi otra amiga, María Elena, nos ha dado la gran noticia de que ella también se casa el próximo año, no puedo evitar sentirme orgullosa, me da mucho gusto por ella y por él suertudo del “Gansito” (es el apodo del novio) que la consiguió y aunque sé que las dudas volverán, que me la pasaré un buen tiempo decidiendo que tipo de vestido, zapatos, peinado y maquillaje van mejor para mí en mi carácter de Dama-madrina, sé que es su gran momento y con eso soy feliz.


Toda mujer afortunada con un grupo de amigas como el mío, sabe que no hay mejor regalo que compartir con ellas los momentos más felices de su vida, crecer juntas, ver como nuestras vidas van tomando sus rumbos, tan distintos y sin embargo tan unidos, ver como se hacen planes, como se realizan, cuando las ves así de felices no puedes evitar el hacerte a un lado y decir: “¿qué importan mis temores, mis presiones y mis dudas? estoy feliz por ellas y le deseó muchas bendiciones”. Todo es parte del contrato de amistad, estar con ellas es toda una aventura, y disfruto mucho cada momento, quiero mucho a mis amigas y me considero realmente bendecida por tenerlas en mi vida.
Aunque me pongo a pensar en todos los cambios que hemos tenido en este año, todos los que están por venir y que tal vez las cosas nunca vayan a ser las mismas, me alegra el solo pensar que ellas están felices, y que de cierto modo se están adelantando a un camino que tal vez algún día yo tome, me emociona pensar que tal vez algún día ellas sean mis guías en la siguiente etapa de mi vida.


sábado, 12 de noviembre de 2011

¡Alerta Roja! Adolescente en la familia

Es generalmente sabido que la adolescencia es una de los peores etapas en la vida de toda persona debido a todos los cambios físicos y ambientales por los que se atraviesa durante esta etapa y como padres a veces no se sabe de que manera comportarse con ellos, si castigarlos o no, quitarles o reducirles privilegios, negarles las cosas que piden, en fin, muchas dudas.
Elegí este tema en particular porque tengo dos sobrinos adolescentes, están en la etapa de salir a fiestas y querer pasar menos tiempo en familia y más con los amigos, típico, la cuestión es que hace algunos meses mi hermana recibió la visita de un jovencito, que le pidió permiso para visitar a mi sobrina, ya saben en plan de "noviecitos", el se ofreció a ser un apoyo en lo que a los estudios respecta cabe mencionar que el niño es de los mejores de su escuela, mi hermana le contestó que por el momento su hija estaba muy pequeña y que debía concentrarse en los estudios, pero que la podría visitar y pasar tiempo con ella, bajo vigilancia de nuestra familia por supuesto, siempre y cuando la niña no bajara sus calificaciones.
Hasta el momento así esta la cosa, al parecer todo va bien, no han bajado calificaciones, pero aquí lo "preocupante" y la principal razón por la que elegí este tema es: ¿Hizo bien mi hermana al permitir la visita de este joven? Considerando dos cosas; la edad de mi sobrina que es de 14 años y que nuestra familia es conservadora, mi hermana argumenta que es mejor que se vean aquí en casa, en vez de en la calle a escondidas, así de esta manera puede estar al pendiente de ellos.
Además esta la otra parte del asunto, mi sobrina está en la edad de salir a las fiestas, sus amigas están cumpliendo sus 15 años y ella no se quiere perder ningunos, creo que mi hermana le está dando muchas libertades. Desafortunadamente no me puedo meter ahí.
Yo sé que los tiempos cambian y que ahora esto es algo muy común, que los jóvenes de hoy tienen más libertades que los de antes, y es aquí donde esta lo preocupante, porque tienen más libertades pero no tienen la madurez de los adolescentes de antaño. En fin, solo quería poder expresar mi opinión respecto a esta situación, ya que no me puedo entrometer entre mi hermana y mi sobrina, por lo menos lo escribo.