Hace algún tiempo se me metió la idea a la cabeza de llevar un diario para tener un registro de todo lo vívido y analizar las cosas que sucedían en mi vida, así que lo empecé.
Recuerdo que la primera página la titulé “El inicio”, porque había decidido que a partir de entonces haría algo para no sentirme como la misma “mierda” que me había sentido desde hacía tiempo, pero no me funcionó porque al leer lo escrito empecé a notar que mi vida no tenía nada interesante, nada relevante de lo que valiera la pena llevar un registro, entonces en vez de sentirme la misma “mierda” de siempre, me estaba sintiendo “peor mierda”, así que opté por escribir una vez a la semana, entonces mi diario se convirtió en un semanario pero para evitar caer en lo mismo, me prometí no leer lo escrito al menos mes y medio después de haberlo registrado en “mi semanario”, pero esto solo me mostró que era peor, porque cada mes y medio leía mi diario y no encontraba nada relevante. Así que lo dejé por la paz.
Bueno, al final de cuentas quedó en el olvido, fue hasta ahora que estaba empacando mis cosas para la mudanza que me lo encontré, cuando leí el título de la primera página me dio un ataque de risa, (lo juro no estoy loca) porque en realidad ¿A qué me refería con “El inicio”? Ni siquiera tenía un proyecto, decidí quemarlo y no recordar esa etapa de mi vida, que sin entrar en detalles, no me fue nada bien. Así que voy a empezar uno nuevo ¿por qué no? sí hice una para registrar cosas nada positivas por qué no llevar uno con las cosas buenas que están por venir, tendré un nuevo comienzo, o como los gringos dirían a fresh start, y pienso registrarlo, por lo pronto lo único que voy a agregar a todo esto es que “El inicio” aún no está escrito…
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